¿Alguna vez te has planteado recibir terapia psicológica a través de unas gafas de realidad virtual?
Puede parecer ciencia ficción pero lo cierto es que la terapia con realidad virtual (TRV) está ganando cada vez más adeptos en el tratamiento de problemas como las fobias, los traumas o la depresión.
¿El motivo de su éxito? Las ventajas que ofrece tanto a los pacientes como a los profesionales de la psicología.
¿En qué consiste este tipo de terapia?
La realidad virtual (RV) es una herramienta poderosa que permite crear entornos y escenas digitales con una apariencia sorprendentemente real. Aplicada a la psicología, permite a los profesionales trabajar fobias, insomnio o adicciones de una manera que no podrían en situaciones reales.
Los pacientes que reciben psicoterapia virtual suelen navegar a través de escenarios en los que deben completar tareas especialmente diseñadas, normalmente relacionadas con una dolencia concreta. Su carácter no invasivo y la sensación de inmersión que experimenta el paciente hacen de ella una técnica segura y eficaz.
¿Cuáles son las principales ventajas de la terapia con realidad virtual?
Aunque cuenta con más de 20 años de investigación, este tipo de terapia se ha ido incorporando a la práctica clínica en los últimos años. En base a los estudios realizados y la experiencia de psicoterapeutas profesionales, sus principales ventajas son:
- Control y seguridad. La terapia se realiza en una consulta y bajo la guía de un profesional. Es especialmente relevante para tratar cuestiones como la acrofobia (miedo a las alturas) ya que permite al paciente exponerse a situaciones a las que teme sin ponerse en riesgo.
- Accesibilidad. Proporciona a los psicólogos la capacidad de abordar temas de una forma que nunca antes se había visto. Por ejemplo, la terapia con realidad virtual ha demostrado mejorar las habilidades sociales de adultos jóvenes con autismo gracias a la creación de avatares virtuales con los que interactuar.
- Personalización. Con esta tecnología cada elemento puede ser seleccionado de forma que se adapte a las necesidades concretas de cada paciente. De esta forma, dos pacientes con un mismo trastorno podrán recibir tratamientos distintos y personalizados a su problema concreto.
- Eficacia. Los psicólogos reconocen que la tecnología en sí no produce el cambio terapéutico pero sí es una gran aliada para una terapia más corta y efectiva. La posibilidad de repetición del tratamiento cada vez que se desee constituye un considerable ahorro de tiempo.
- Eficiencia. Como consecuencia de una reducción del tiempo, el coste del tratamiento también puede disminuir. El rechazo que suelen provocar tratamientos similares “en vivo” es menos común en la terapia con realidad virtual y esto contribuye a una menor inversión en tiempo y dinero por parte de los pacientes.
Si te has quedado con ganas de probar este tipo de terapia o tienes cualquier tipo de duda, ponte en contacto con nuestros profesionales. ¡Estarán encantados de ayudarte!
Te esperamos en nuestros centros de Activa Edades.
